Según un estudio de la Universidad de..., no recuerdo donde, pensar no nos hace en absoluto felices, sino todo lo contrario.
Parece ser que cuando pensamos lo hacemos básicamente sobre las cosas que nos preocupan y como podemos solucionarlas lo que nos hace infelices.
Somos mucho más felices cuando estamos ocupados, sin tiempo para pensar, trabajando, conversando o realizando cualquier otra actividad que no deje trabajar a nuestra mente en solitario.
Así que ahora que conocemos la causa de nuestra infelicidad lo único que tenemos que hacer es no pensar o bueno, controlar nuestros pensamientos hacia esa sonrisa, beso, caricia o conversación que nos hizo sentir bien.
Pobre desdichado