Es cierto que los chinos nos están invadiendo, a la chita callando y sin que nos demos cuenta.
Pero lo último de lo último no es que tengan un banco propio, no, es que venden mamás de recambio.
El otro día, cuando mis hijas estaban a punto de matarme por asfixia, provocada por besos y apretones, les digo:
-Me vais a matar y os vais a quedar sin madre.
-Pues nos compramos otra- dicen.
-¿Y dónde venden madres sustitutas?-les pregunto.
-En el chino- Y se quedaron tan anchas.
Y a cuánto están???
ResponderEliminarbesos por triplicado
No tengo ni idea, ellas sabran.
ResponderEliminarQué pasa? te quieres comprar una? Para ti o para tus hijos?
Un millon de besos y para la madre titular más.
Deberíamos escribir un diario con todas estas ocurrencias de los enanos.
ResponderEliminarSiempre lo digo, pero al final todos los años se me olvida.
Estos chinos van a ser nuestra perdición, ya verás!
Un beso
Yo escribo muchas de las cosas que dicen las niñas para que lo puedan leer cuando sean mayores. Seguro que les encantará.
ResponderEliminarUn beso,
Que bueno, si es que nos oyen decir que estos chinos tienen de todo y se lo creen los angelicos.
ResponderEliminarSi se enteran los mios rompen la hucha y me sustituyen jeje
Un saludo
Lo mejor es que nos les demos ideas a los chinos, que enseguida inventan algo para sustituirnos.
ResponderEliminarUn saludo,
jajajaja
ResponderEliminarQue bueno!!!
Brutales tus niñas!!!
Un saludo