Las peores batallas son las que libramos con los que un día fueron nuestros amigos, porque duelen más y hacen más daño.
Saben exactamente donde dar que más nos duela, conocen cada uno de nuestros puntos débiles y también los puntos fuertes para defenderse.
Y si todo eso no era suficiente, además, duelen en el corazón.
Cuando viene un desengaño o una batalla con alguien tan cercano, o se soluciona en el momento o se cierra esa puerta. No hay más.
ResponderEliminarLo que pasa es que duele mucho. Yo creo que ya nunca te deja de doler el corazón un poquito.
Un besete y buen puente!
Es verdad es muy complicado solucionar las cosas cuando se deja pasara el tiempo, luego nunca ves el momento de ponerle slución.
ResponderEliminarY aprovecho para hacer una aclaración, que tengo a todo el mundo muy preocupado, no tengo ninguna batalla con ningun amigo y tampoco con ningun enemigo, es solo una reflexión.
Un beso,