viernes, 17 de septiembre de 2010

Una mamá nueva en el chino de la esquina


Es cierto que los chinos nos están invadiendo, a la chita callando y sin que nos demos cuenta.
Pero lo último de lo último no es que tengan un banco propio, no, es que venden mamás de recambio.
El otro día, cuando mis hijas estaban a punto de matarme por asfixia, provocada por besos y apretones, les digo:
-Me vais a matar y os vais a quedar sin madre.
-Pues nos compramos otra- dicen.
-¿Y dónde venden madres sustitutas?-les pregunto.
-En el chino- Y se quedaron tan anchas.

7 comentarios:

  1. Y a cuánto están???

    besos por triplicado

    ResponderEliminar
  2. No tengo ni idea, ellas sabran.

    Qué pasa? te quieres comprar una? Para ti o para tus hijos?

    Un millon de besos y para la madre titular más.

    ResponderEliminar
  3. Deberíamos escribir un diario con todas estas ocurrencias de los enanos.

    Siempre lo digo, pero al final todos los años se me olvida.

    Estos chinos van a ser nuestra perdición, ya verás!

    Un beso

    ResponderEliminar
  4. Yo escribo muchas de las cosas que dicen las niñas para que lo puedan leer cuando sean mayores. Seguro que les encantará.

    Un beso,

    ResponderEliminar
  5. Que bueno, si es que nos oyen decir que estos chinos tienen de todo y se lo creen los angelicos.
    Si se enteran los mios rompen la hucha y me sustituyen jeje
    Un saludo

    ResponderEliminar
  6. Lo mejor es que nos les demos ideas a los chinos, que enseguida inventan algo para sustituirnos.

    Un saludo,

    ResponderEliminar
  7. jajajaja

    Que bueno!!!
    Brutales tus niñas!!!
    Un saludo

    ResponderEliminar