viernes, 7 de octubre de 2011

La gente no debería desaparecer sin avisar


Desde hace más de dos años todas las mañanas pasaba por el puesto una vendedora de la ONCE y de tanto vernos nos salúdabamos y de vez en cuando cruzábamos algunas palabras, Qué tal las vaciones? Cómo están las niñas? y ese tipo de cosas que se suelen comentar con los conocidos.

Y de pronto, sin avisar, de un día para otro, ya no está. Ahora hay un chico vendiendo cupones en el mismo sitio que estaba ella.

Dónde está María Fernanda? Le habrá pasado algo? Quizá solo haya cambiado de ubicación. Nunca lo sabré.

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